Recuerdo perfectamente la primera vez que accedí a Internet. Tenía 19 años, era el año 1998 y fue a punto de comenzar la carrera. Decidí ir a un locutorio, no sé si los más jóvenes sabrán lo que eran. Lugares donde había ordenadores conectados a Internet y que pagabas por tiempo de conexión. Era habitual verlos llenos de personas. Los más afortunados lo tenían en casa. Eso sí, pero seguro que habrás recordado que se bloqueaba la conexión al teléfono. Uff, la de discusiones que tenía yo con mis padres.
Gracias a Internet ibas conociendo datos que hace años solo podías tener acceso gracias a los libros de la biblioteca o a las enciclopedias. Eso sí, antes había más sacrificio y búsqueda a la hora de realizar trabajos para el colegio. Ahora es todo mucho más fácil. Supongo que los profesores lo tendrán muy complicado para enfrentarse a las redes sociales y la Wikipedia. Es cierto que con el paso de los años Internet se ha convertido en algo esencial. Ya nadie entiende la vida sin conexión a la red. Pero ahora la llevamos todo el día pegado a nosotros gracias a los teléfonos móviles. Aunque es cierto que cuando se cae la red nos sentimos desvalidos.
No siempre Internet depara lo mismo que queremos. Son cada vez más los cibercrímenes que se cometen a través de la red. Y sobre todo, el mundo de la pornografía está muy extendido, pudiendo llegar a los más pequeños. En este caso, yo también quiero lanzar un pañuelo de la paz a favor de Internet, porque también nos ha servido para cambiar nuestra vida y poder mejorarla. No todo es malo. Aquí os hago un resumen de lo que más me gusta en Internet. ¿Lo compartes?
Encontrar pasadas amistades
Gracias a Internet, en concreto a un grupo de Facebook hemos podido reunirnos los amigos de hace más de 30 años en el Instituto. Algo que hace años era imposible. De esta manera, gracias a este grupo pudimos hacer una cena más de 20 personas que fuimos compañeros. Se pasó muy bien y sirvió para ver la evolución que hemos tenido todos. Es casi obligatorio hablar de la profesión que tienes y si ya eres padre. Pues bien, gracias a este grupo lo conseguimos, eso sí, no pudimos estar todo porque algunos no tienen redes sociales. Al igual que nos ha pasado a nosotros, no solo se puede hacer con antiguos compañeros del colegio. También se puede hacer con viejos amores o incluso para buscar familiares desaparecidos.
Encontrar esos viejos artículos perdidos
Pero gracias a Internet también podemos encontrar viejos artículos u objetos que creíamos que ya no los volveríamos a ver. Hablamos de colecciones, de recuerdos del pasado…en mi caso gracias a una visita a la página LiquiStocks, allí encontré videojuegos de cuando yo era un pequeñajo y jugaba con mi PC antiguo. Pero también me ha llamado la atención ver un ron de la marca Meloco, que solo había bebido en uno de mis viajes al Caribe. Ponte a buscar porque vas a encontrar un montón de cosas.
Visitas virtuales
Somos muchos los que pensamos que nunca vamos a hacer viajes tan largos como ir a Nueva Zelanda, Japón o Rusia. Pero ahora gracias a Internet y las famosas visitas virtuales podemos estar allí. Incluso si hablamos del metaverso es posible estar dentro de una sala de museo o de en el metro de Moscú. Y es que gracias a la red podemos hacer unas visitas que nos vamos a sentir como allí, Vale que no es lo mismo, pero menos da una piedra, ¿no? Además gracias a la información puedes ir con todos los detalles, así no te llevarás sustos.
Gestiones administrativas
Somos muchos los que estamos hartos de tener que ir a la administración pública para rellenar papeles. Y luego cuando estás ahí, pues seguro que te viene el funcionario de turno con eso de “vuelva usted mañana”. Pues bien, gracias a Internet son muchos los trámites burocráticos que podemos hacer sin movernos de casa. Por ejemplo pagar impuestos, pedir ayudas para el colegio de los niños, y muchas cosas más.
Estas son solo algunas de las cosas buenas que ha traído el Internet. Por no hablar del poder escuchar música de todos los tiempos y lugares, o incluso encontrar vídeos de tu pueblo que pensabas que ya estaban descatalogados. Por eso solo me queda decir: “gracias Internet”. ¿Estás de acuerdo?