A veces parecemos ciertas cosas que no tenemos ni idea de que pueden ser perjudiciales para nosotros. ¡Ni siquiera sabemos que existen! Este es el caso de la maloclusión dental, una gran desconocida que no muchos conocen y que puede pasar por un “no pasa nada”… pero que, a la larga, puede causar problemas en tu salud o en la de tus seres queridos.
¿Qué es la maloclusión dental?
La maloclusión dental es una condición en la cual los dientes superiores e inferiores no se encuentran alineados de manera adecuada cuando la mandíbula está en reposo o durante el cierre de la boca. En otras palabras, es un problema del cierre de la mandíbula, que se refiere al encaje y contacto de los dientes de la arcada superior con los de la arcada inferior.
Existen diferentes tipos de maloclusiones dentales, y cada una se caracteriza por la forma en que los dientes están desalineados. Algunos de los tipos más comunes de maloclusión incluyen:
- Maloclusión de Clase I: Los dientes superiores e inferiores están ligeramente desalineados, pero en general encajan correctamente.
- Maloclusión de Clase II: También conocida como «sobremordida», los dientes superiores se superponen significativamente a los dientes inferiores, lo que puede provocar una apariencia de «dientes prominentes» o una mordida excesiva.
- Maloclusión de Clase III: También conocida como «submordida» o «mordida cruzada», los dientes inferiores están posicionados por delante de los dientes superiores, lo que puede resultar en una apariencia de «mandíbula prominente» o una mordida invertida.
- Maloclusión abierta: Existe un espacio entre los dientes superiores e inferiores cuando la boca está cerrada, lo que resulta en una falta de contacto adecuado entre los dientes.
- Malposiciones dentales: Además de las maloclusiones anteriores, también puede haber desalineaciones individuales de los dientes, como apiñamiento, diastemas (espacios excesivos entre los dientes) o rotaciones.
Pueden ser causadas por una combinación de factores genéticos y ambientales. Algunos de los factores que pueden contribuir al desarrollo de una maloclusión incluyen:
- Factores genéticos: La forma y tamaño de los maxilares, así como el crecimiento y desarrollo de los dientes, pueden estar influenciados por la herencia genética.
- Hábitos bucales: Chuparse el dedo, chupeteo prolongado, succión del pulgar o el uso prolongado de biberones pueden afectar el desarrollo adecuado de los huesos y dientes, lo que puede dar lugar a una maloclusión.
- Pérdida prematura de dientes de leche: Si los dientes de leche se pierden antes de lo esperado, puede haber una falta de espacio para los dientes permanentes que se desarrollan, lo que puede provocar una maloclusión.
- Lesiones o trauma: Traumas en la mandíbula o en los dientes pueden causar desplazamientos o cambios en la alineación de los dientes, lo que puede resultar en una maloclusión.
Por lo tanto, es necesario pillarlo a tiempo.
¿Qué problemas puede causar la maloclusión dental en la salud a largo plazo?
Como cualquier otra enfermedad, si la pillas a tiempo y la corriges adecuadamente, no tiene por qué limitarte en absoluto. A continuación, vamos a darte una serie de empeoramientos que puedes experimentar en tu salud por no tratarlo como se merece:
- Problemas de masticación y digestión: Una maloclusión puede dificultar la masticación adecuada de los alimentos, lo que puede llevar a problemas de digestión. Esto se debe a que los dientes no están alineados correctamente, lo que puede dificultar la trituración adecuada de los alimentos antes de ser ingeridos.
- Desgaste dental anormal: Cuando los dientes no están alineados correctamente, pueden producirse puntos de contacto y fricción excesiva entre ellos. Esto puede resultar en un desgaste desigual de la superficie dental, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de caries, sensibilidad dental y problemas de salud bucal a largo plazo.
- Dolor y molestias en la mandíbula: Una maloclusión puede ejercer presión desigual en la mandíbula, lo que puede causar dolor, malestar y desórdenes temporomandibulares (DTM). Los DTM pueden manifestarse como dolores de cabeza, dolor en la mandíbula, dificultad para abrir y cerrar la boca, chasquidos articulares y sensación de mandíbula bloqueada.
- Problemas del habla: Dependiendo del tipo y la gravedad de la maloclusión, puede afectar la pronunciación y la articulación adecuada de los sonidos del habla. Esto puede llevar a dificultades en la comunicación y afectar la confianza y autoestima de una persona.
- Problemas respiratorios: En algunos casos, la maloclusión puede estar asociada con problemas respiratorios, como la apnea del sueño y la respiración oral. Una mordida desalineada puede afectar la posición de la mandíbula y la lengua, lo que puede restringir el flujo de aire y dificultar la respiración adecuada.
- Problemas de salud periodontal: Puede dificultar la limpieza adecuada de los dientes y encías, lo que aumenta el riesgo de enfermedades periodontales como la gingivitis y la periodontitis. La acumulación de placa y bacterias en áreas de difícil acceso puede provocar inflamación de las encías, sangrado y eventual pérdida de los dientes.
- Dolor facial: La maloclusión puede causar tensión en los músculos de la cara y la mandíbula, lo que puede resultar en dolor facial crónico.
- Desarrollo de malos hábitos orales: Algunas personas con maloclusión pueden desarrollar hábitos orales compensatorios, como el bruxismo (rechinar de dientes) o el apretamiento dental, que pueden agravar los problemas de desgaste dental y dolor mandibular.
- Dificultad en la higiene oral: Una mordida desalineada puede dificultar la limpieza adecuada de los dientes y encías, lo que aumenta el riesgo de enfermedades bucales, como la caries dental y la enfermedad de las encías.
- Problemas de autoestima y salud mental: La maloclusión dental puede afectar la apariencia estética de la sonrisa, lo que puede tener un impacto en la confianza y la autoestima de una persona. Esto puede llevar a problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión.
- Impacto en la calidad de vida: Los problemas relacionados con la maloclusión, como dificultad para morder y masticar adecuadamente, dolor facial y problemas de habla, pueden afectar la calidad de vida general de una persona. Estos problemas pueden interferir con las actividades diarias, como comer, hablar y socializar.
Desde la Clínica Sigmadental nos advierten que, “si sospechas que tienes maloclusión dental o experimentas alguno de los riesgos mencionados, es importante buscar tratamiento adecuado lo antes posible”. De esta forma, podrá ser tratado a tiempo sin mayores complicaciones.
Es importante destacar que no todas las maloclusiones dentales causarán estos problemas, y la gravedad de los efectos puede variar en cada caso individual. Sin embargo, es fundamental abordar cualquier maloclusión dental para mantener una salud bucal óptima y prevenir complicaciones a largo plazo. Un dentista u ortodoncista puede evaluar y recomendar el tratamiento más adecuado para corregir la maloclusión y minimizar sus consecuencias negativas.
¿Cómo saber si tenemos maloclusión dental sin ir al dentista?
Si tienes sospechas de que podrías tener maloclusión dental pero no quieres o no puedes visitar a un dentista de inmediato, hay algunos signos y síntomas que podrían indicar la presencia de una maloclusión. Sin embargo, es importante tener en cuenta que solo un profesional dental capacitado puede realizar un diagnóstico preciso.
Aun así, aquí hay algunas señales comunes que podrían indicar la presencia de una maloclusión:
- Desalineación de los dientes: Observa la posición de tus dientes en el espejo. Busca si hay dientes que estén torcidos, rotados o inclinados de manera inusual. El apiñamiento dental, donde los dientes están amontonados y no tienen suficiente espacio, es un signo común de maloclusión. También presta atención a la presencia de espacios excesivos entre los dientes, lo que puede indicar una mordida abierta.
- Mordida anormal: La forma en que tus dientes superiores e inferiores se encuentran al cerrar la boca puede proporcionar pistas sobre una maloclusión. Una sobremordida, también conocida como «mordida profunda», se produce cuando los dientes superiores cubren excesivamente los dientes inferiores al morder. Por otro lado, una mordida cruzada o una submordida se produce cuando los dientes inferiores se encuentran por delante o por encima de los dientes superiores al cerrar la boca.
- Malestar mandibular: La maloclusión puede ejerce presión desigual en la mandíbula, lo que puede provocar dolor o malestar. Puedes notar dolor en la mandíbula al masticar o al abrir y cerrar la boca. También es posible experimentar dolor facial crónico, que puede estar relacionado con la tensión muscular causada por una mordida desalineada.
- Dificultades en el habla: Una maloclusión grave puede afectar la posición de la lengua y los dientes al pronunciar ciertos sonidos. Esto puede resultar en dificultades para articular claramente ciertos sonidos o palabras. Presta atención a si tienes dificultades con sonidos como la «s», «r» o «l», ya que pueden indicar una maloclusión que afecta la posición de la lengua.
- Problemas estéticos: Si notas que tu sonrisa no se ve equilibrada o armoniosa, puede ser un signo de maloclusión. Puedes observar si tus dientes superiores están muy prominentes o si tu mandíbula se ve desalineada. Esto puede afectar la estética de tu sonrisa y, en algunos casos, también puede afectar tu autoestima.
¡Consejo final!
Ten en cuenta que estos signos y síntomas pueden estar presentes en otras afecciones dentales o bucales, por lo que es fundamental consultar a un dentista para obtener un diagnóstico preciso. El profesional realizará una evaluación clínica completa, que incluirá radiografías y posiblemente modelos de estudio, para determinar la presencia y gravedad de una maloclusión dental y recomendar el tratamiento adecuado en caso de ser necesario.