Migraña con o sin bruxismo

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Ante la pregunta de cual es el problema por el que más consultas se hacen en odontología, una de las respuestas más generalizadas es bruxismo. Pacientes que acuden con molestias mandibulares e incluso en los oídos y dolor de cabeza, suelen visitar a su odontólogo en busca de soluciones.

Según los compañeros odontólogos de Clínica Dental Gaudí, las consultas sobre este común problema, son muy habituales. En muchas ocasiones, estas consultas se hacen por padecer uno de los síntomas más comunes del bruxismo: la migraña. Así que, en lugar de hablar de bruxismo, algo que hemos hecho en alguna ocasión, vamos a adentrarnos en uno de sus síntomas que puede ser causa de esta patología o no.

El dolor de cabeza, es algo tan habitual como el mismo bruxismo. Todo el mundo, padece este mal en varias ocasiones a lo largo de su vida. Esto es un hecho, en ningún caso alarmante. Las causas del dolor de cabeza pueden ser tantas y variadas como las personas que lo sufren. Desde la migraña generada por el bruxismo, hasta las migrañas con aura.

Este dolor en particular, consiste en un dolor pulsátil o palpitante con una intensidad de moderada a intensa, pudiendo afectar a uno o ambos lados de la cabeza. Una de sus características, es que suele empeorar ante el esfuerzo físico, la luz o algunos olores. Viene asociado a la aparición de nauseas, vómitos, sensibilidad al ruido, la luz o los olores.

Las migrañas, son una de las causas mas frecuentes de cefaleas recurrentes de intensidad moderada y grave.

Pueden desencadenarse por falta de sueño, cambios de tiempo, hambre, excesiva estimulación sensorial y estrés, entre otros factores posibles. Como ya hemos dicho, pueden verse agravadas por la actividad y el esfuerzo físico, la luz, los sonidos o los olores. El diagnóstico por parte de los médicos se basa en los síntomas característicos y no existe cura para las mismas, se emplean fármacos para frenarlas en sus inicios, aliviar el dolor y reducir el número y la gravedad de cada crisis que se produzca.

La aparición de las migrañas, puede darse a cualquier edad, aunque generalmente, se producen en la pubertad o la juventud. En la mayoría de las personas que se ven aquejadas por este dolor, los episodios se suceden de forma periódica en ciclos de menos de quince días al mes. Una vez se pasan los cincuenta años de edad, los dolores de cabeza se tornan menos intensos o llegan a desaparecer por completo.

La incidencia de esta patología suele darse tres veces mas en mujeres.

El porqué de las migrañas

Para entender las causas de este dolor de cabeza que llega a incapacitar a quienes lo sufren mientras se sucede el episodio, hay que saber en primer lugar, en que consiste. Las migrañas de san en personas cuyo sistema nervioso es más sensible. En ese caso, las células nerviosas que componen el cerebro, son fácilmente estimuladas generando actividad eléctrica. A medida que esa actividad se extiende por el cerebro, altera de manera temporal, funciones como la vista, la sensibilidad, el equilibrio, la coordinación muscular y el lenguaje.

Esta actividad origina una serie de síntomas, denominados aura, que se producen antes de que de inicio el dolor de cabeza. Exactamente cuando se estimula el quinto par craneal (nervio trigémino) que enviará impulsos (incluidos los que producen el dolor) desde los ojos, el cuero cabelludo, la frente, los parpados superiores, la boca y la mandíbula hasta el cerebro. La estimulación de este nervio, libera sustancias que producen una dolorosa inflamación en los vasos sanguíneos existentes en el cerebro y las capas de tejido que lo cubren, conocidas como meninges. Todo este recorrido, explica la aparición del dolor de cabeza pulsátil, las náuseas, los vómitos y la extrema sensibilidad a luz y sonido.

Desde el punto de vista hormonal, los estrógenos, principal hormona femenina, parecen ser posibles desencadenantes de la migraña. Esto explicaría la mayor frecuencia de casos en mujeres. Es posible que al aumentar los estrógenos o sufrir una fluctuación de los mismos, se desencadene una migraña. A lo largo de la pubertad, cuando aumentan los niveles de estrógenos, se observa una mayor frecuencia de migrañas en las chicas que en los chicos. En muchas ocasiones, se dan antes, durante o justo después de finalizar el periodo menstrual. Durante el último trimestre del embarazo, momento en el que los niveles de estrógenos se mantienen estables, las migrañas son menos frecuentes y de menor intensidad que una vez se produce el parto, con la consiguiente disminución de los niveles de esta hormona. Al acercarse el momento de la menopausia, la fluctuación propia de estos niveles a causa de la misma, hace que la migraña se convierta en algo difícil de controlar.

Es tal la evidencia de la implicación de los estrógenos en el padecimiento de la migraña que, los anticonceptivos orales que contienen estrógenos y la terapia de sustitución hormonal, empeoran la migraña y aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular en las mujeres que padecen migrañas con aura.

A parte de esta causa, existen otros factores desencadenantes que deben considerarse ante la aparición del dolor crónico de cabeza:

  • La falta de sueño o el insomnio.
  • Los cambios de tiempo, en particular cunado varia la presión barométrica.
  • El vino tinto.
  • Algunos alimentos.
  • El hambre a consecuencia de saltarse comidas.
  • La estimulación sensorial excesiva como los destellos de luz u olores fuertes.
  • El estrés y el bruxismo generado por el mismo.

Puede resultar extraño pero algunos alimentos, están directamente asociados a las migrañas, aunque se desconoce a ciencia cierta si son responsables de que se desencadenen los síntomas. Los alimentos que contienen tiramina, como los quesos curados, los productos derivados de la soja, habas, embutidos, pescado ahumado o seco y algunos frutos secos, son parte de los posibles responsables de la migraña. Alimentos que cuentan en su composición con nitratos como los perritos calientes o los que están muy procesados como el fiambre. Así como los que contienen glutamato monosódico, potenciador del sabor presente en comida rápida, caldos, condimentos y especias. Sustancias como la cafeína también pueden influir en el desencadenamiento de las migrañas.

Huelga decir que los alimentos que pueden desencadenar migraña, varían de una persona a otra y no todos producen el mismo efecto.

Dentro de las patologías que incluyen entre su sintomatología la aparición de migrañas, se encuentran los traumatismos craneales, el dolor cervical o los problemas asociados a la articulación temporomandibular, o el citado bruxismo que pueden ocasionar o agravar la migraña.

Existe un subtipo de migraña, poco frecuente y que causa debilidad en un único lado del cuerpo. Esta variante de la migraña, denominada como hemipléjica familiar, esta asociada a defectos genéticos en los cromosomas uno, dos o diecinueve, aunque el papel de los genes en este tipo de patología, se encuentra todavía en estudio.

¿Se puede prevenir la migraña?

Prevenir la aparición de migrañas no es algo sencillo. A pesar de los posibles tratamientos existentes, en ocasiones no se puede evitar que aparezcan migrañas frecuentes o incapacitantes. En este caso puede ser de utilidad tomar medicamentos para prevenir su aparición. Los tratamientos dirigidos a la prevención pueden contribuir a reducir la frecuencia con las que las personas que padecen la patología, disminuyan la ingesta de analgésicos u otros medicamentos para el tratamiento de la migraña.

Para que el médico determine cual es la mejor medicación preventiva para el paciente en cuestión, tendrá en cuenta cuales son los posibles efectos adversos, los secundarios y la interacción en otros trastornos o patologías que pueda padecer. Algunos ejemplos de este tipo de medicación son los siguientes:

  • Betabloqueantes como el propanolol, en personas que sufren además de ansiedad o enfermedad arterial coronaria.
  • Topiramato, anticonvulsivo que puede administrarse en el caso de personas con sobrepeso pues puede favorecer la misma.
  • Divalproex, otro anticonvulsivo que puede ayudar a estabilizad el estado anímico y ser de utilidad si las migrañas dificultan la funcionalidad de la persona.
  • En caso de personas que sufren depresión o insomnio, se pude administrar amitriptilina.
  • Ante la ineficacia de otros medicamentos, puede utilizarse la toxina botulínica que bloquea la actividad nerviosa o medicamentos más nuevos como los anticuerpos monoclonales.

En cualquier caso, la prevención de esta patología y la manifestación de la migraña, suele ser bastante complicada. Las personas que sufren este mal, no encuentran alivio fácilmente. Aunque los médicos recomiendan tratamientos que pretenden en mayor medida, encontrar el relax de las personas, dado que se trata de una excesiva sensibilidad en las células de las que hablábamos al principio.

Son recomendadas las intervenciones conductuales, el yoga o la práctica de técnicas de relajación. Los medicamentos para detener la migraña una vez a empezado o evitar su evolución, o los dirigidos a controlar el dolor y las náuseas, así como los que ayudan a prevenir su aparición.

Dentro de las opciones de tratamiento, una de las que están mostrando mejores resultados es la inoculación de toxina botulínica en diferentes puntos del cráneo. El bloqueo de las terminaciones nerviosas evita la aparición de la migraña o al menos, minimiza su evolución.

En resumen, dentro de todo lo que causa la migraña, la asociada al bruxismo es la que mejor pronóstico ofrece.

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