Muelas del juicio

¿Me saco o no me saco las muelas del juicio?

Comparte:

Facebook
Twitter
LinkedIn

Desde hace años, mi esposo sufre dolores constantes por sus muelas del juicio. A veces, incluso se le infectan, lo que le impide comer bien y hasta le quita el sueño. Ha ido al dentista varias veces y ha probado distintos tratamientos, pero nada ha solucionado el problema de manera definitiva. Siempre vuelve el dolor, la inflamación o la molestia.

Por eso, hemos empezado a preguntarnos si lo mejor sería sacárselas de una vez por todas. No es una decisión fácil, así que nos pusimos a investigar bien el tema.

Queríamos entender qué son realmente las muelas del juicio, por qué las tenemos y, sobre todo, si en su caso es recomendable quitarlas. Después de leer mucho y escuchar distintas opiniones, tenemos más claro el panorama.

 

¿Qué son las muelas del juicio y por qué las seguimos teniendo?

Las muelas del juicio son los últimos dientes en salir, normalmente entre los 17 y 25 años. Son cuatro en total, dos arriba y dos abajo, y están al final de la boca. En el pasado, cuando nuestra alimentación era más dura y menos procesada, estas muelas eran útiles porque los dientes se desgastaban o se perdían, y ellas ayudaban a reemplazarlos.

Pero, con el tiempo, nuestra dieta cambió y las mandíbulas se hicieron más pequeñas. Ahora, muchas veces no hay suficiente espacio para que las muelas del juicio salgan bien, lo que puede causar problemas. Algunas quedan atrapadas bajo la encía o crecen torcidas, y esto nos causa dolor, infecciones o incluso pueden llegar a hacerles daño a otros dientes.

Por eso, para algunas personas es necesario sacarlas, mientras que en otros casos no causan molestias y pueden quedarse sin problema. Lo mejor es revisar cada caso con un dentista para decidir si conviene dejarlas o extraerlas.

 

¿Me las he de quitar?

La decisión de extraer o no las muelas del juicio es personal y debe basarse en una evaluación detallada de cada caso. Vamos a verlas:

 

Razones para SÍ extraer las muelas del juicio

  1. Las muelas del juicio que no tienen suficiente espacio para salir correctamente pueden quedarse atascadas, lo que aumenta el riesgo de infecciones, quistes y daño a los dientes que están justo al lado. La extracción preventiva puede evitar estas complicaciones.
  1. Las muelas del juicio parcialmente erupcionadas pueden crear un espacio propenso a la acumulación de bacterias, leading a infecciones como la pericoronaritis. La extracción de estas muelas puede reducir significativamente este riesgo.
  2. La erupción de las muelas del juicio puede empujar a los dientes existentes, lo que puede llegar a provocar que se apiñen en tu boca y se desalineen. Su extracción puede ayudar a mantener una alineación dental adecuada.
  3. En pacientes que requieren ortodoncia, las muelas del juicio pueden interferir con el movimiento dental natural. Su extracción puede ser necesaria para lograr los resultados deseados en el tratamiento.

 

Razones para NO extraer las muelas del juicio

  1. Si las muelas del juicio están completamente fuera, sanas y no causan molestias ni problemas funcionales, la extracción puede no ser necesaria.
  1. Si has perdido otras muelas, las muelas del juicio pueden servir como soporte para prótesis dentales y evitar la necesidad de implantes.
  2. Toda intervención quirúrgica conlleva riesgos, como infecciones, daño a nervios y complicaciones postoperatorias. Si las muelas del juicio no presentan problemas, es posible que los riesgos de la extracción superen los beneficios.
  3. La extracción de las muelas del juicio implica un desembolso económico y un periodo de recuperación que puede afectar la rutina diaria. Si no hay una necesidad médica clara, estos factores pueden ser motivo para posponer o evitar la extracción.

 

¿Qué te recomiendan los profesionales?

La opinión de los dentistas y cirujanos orales es clave cuando se trata de decidir si sacar o no las muelas del juicio.

  1. Hazte revisiones periódicas: El Dr. Jaime Clavero, dentista con una trayectoria profesional intachable, sugiere que las muelas del juicio se revisen con regularidad. Aunque no duelan, pueden estar creciendo en una posición incorrecta o afectar los dientes de al lado sin que lo notes. Un chequeo con radiografías ayuda a ver si están bien alineadas o si podrían causar problemas en el futuro.
  2. No siempre es necesario sacarlas: Como has comprobado, algunos profesionales creen que, si las muelas del juicio están sanas, bien posicionadas y no afectan la mordida, no es necesario sacarlas. En estos casos, simplemente se deben monitorear para asegurarse de que no generen molestias con el tiempo.
  3. Si hay síntomas, consulta de inmediato: Si sientes dolor, inflamación o infecciones frecuentes, es muy probable que tu dentista te recomiende extraerlas. Las muelas del juicio pueden quedar atrapadas bajo la encía o salir torcidas, lo que facilita la acumulación de bacterias y problemas como caries o infecciones.
  4. Cada caso es único: Ante todo, no tomes la decisión solo porque alguien más lo hizo. Lo mejor es acudir a un dentista de confianza, que, con una revisión y radiografías, te dará una recomendación personalizada. Lo más importante es hacer lo que sea mejor para tu salud bucal.

En resumen, no hay una regla universal. Lo ideal es vigilar las muelas del juicio, consultar con un profesional y actuar solo si es realmente necesario.

 

¿Qué debo esperar después de la extracción de las muelas del juicio?

Si al final te has decidido por extraer tus muelas del juicio, es natural preguntarte qué sigue después de la cirugía. Aunque cada persona tiene una experiencia diferente, hay algunos aspectos clave que pueden ayudarte a prepararte para el proceso de recuperación.

  1. El primer día es clave: Tras la extracción, es normal que sientas hinchazón y algo de dolor. Es posible que el dentista coloque gasas en la zona para controlar el sangrado. Durante las primeras 24 horas, es recomendable:
    • Mantener la cabeza elevada incluso al dormir.
    • Aplicar compresas frías en la mejilla para reducir la inflamación.
    • Evitar enjuagarte con fuerza o escupir para no afectar la cicatrización.
    • Seguir al pie de la letra las indicaciones de tu dentista, incluyendo el uso de analgésicos o antibióticos si los recetó.
  2. La alimentación debe ser suave y cuidadosa: Durante los primeros días, opta por alimentos blandos y fríos, como yogur, purés, compotas y batidos sin pajilla (usar pajilla puede generar presión y afectar la zona de extracción). Evita comidas muy calientes, picantes o duras que puedan irritar la herida. A medida que avances en la recuperación, podrás reintroducir alimentos más sólidos gradualmente.
  3. Precauciones para una buena cicatrización: La formación del coágulo sanguíneo en la zona de extracción es esencial para una recuperación sin complicaciones. Para evitar problemas como la alveolitis seca (una condición dolorosa que ocurre cuando el coágulo se desprende prematuramente), evita fumar, beber alcohol o realizar esfuerzos físicos intensos en los primeros días. Mantén una higiene bucal cuidadosa, cepillando con suavidad y evitando la zona afectada al menos en las primeras 24 horas.
  4. El tiempo de recuperación varía: En la mayoría de los casos, la inflamación y el dolor disminuyen considerablemente después de tres a cinco días. Sin embargo, el proceso de cicatrización completa puede tomar varias semanas. Si notas síntomas inusuales como fiebre, dolor intenso que no mejora con medicamentos o secreción de pus, consulta a tu dentista de inmediato.

 

¿Cuándo puedo retomar mis actividades normales?

Muchos se preguntan cuánto tiempo deben esperar antes de regresar a su rutina habitual. La respuesta depende de cada caso, pero aquí hay algunas pautas generales:

  1. Si tu trabajo o actividades académicas no requieren esfuerzo físico, podrías reincorporarte después de uno o dos días, siempre que el dolor y la inflamación estén bajo control. Sin embargo, si el procedimiento fue complicado o si experimentas malestar significativo, podrías necesitar un par de días adicionales de descanso.
  2. Es recomendable evitar el ejercicio intenso durante al menos cinco a siete días, ya que el aumento de la presión sanguínea puede afectar la cicatrización y aumentar el riesgo de sangrado. Retoma tu rutina de manera gradual, prestando atención a cómo te sientes.
  3. Lo ideal es evitar el alcohol y el tabaco durante al menos una semana, ya que pueden interferir con la curación y aumentar el riesgo de infección o alveolitis seca.
  4. Si tienes un viaje o un evento importante programado, lo mejor es planificar la extracción con suficiente anticipación para evitar complicaciones durante tu recuperación.

Como ves, la clave para retomar tus actividades normales es escuchar a tu cuerpo y seguir las indicaciones de tu dentista.

Con los cuidados adecuados, la recuperación puede ser rápida y sin contratiempos.

 

Ahora, ya tienes una idea más generalizada sobre el tema

Después de mucho pensarlo y ver cómo las muelas del juicio han afectado la vida de mi esposo con dolor e infecciones constantes, creemos que lo mejor para él fue sacárselas. No ha sido una elección fácil, pero entendemos que su bienestar es lo más importante.

Cada persona es diferente, por eso lo mejor es consultar con un dentista y evaluar cada caso. Si estás en una situación parecida, infórmate bien, escucha a los profesionales y elige lo que sea mejor para tu salud y tu calidad de vida.

Noticias relacionadas

Salud

¿Qué es la rehabilitación psicosocial?

Las personas con enfermedades mentales a veces necesitan ayuda en diferentes aspectos de su vida, como su entorno laboral, de vida, social y de aprendizaje. Un enfoque terapéutico que puede

Ocio

La ciencia de cómo disfrutar tus vacaciones

Aprende a planificar y disfrutar de unas vacaciones que sean buenas para tu mente, cuerpo y alma. Disfruta de tus vacaciones. Verlas como una pérdida de tiempo socava el disfrute

Scroll al inicio