Lo que dicen los astros sobre ti

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A los seres humanos siempre les ha fascinado la astrología. Desde tiempos remotos, mirar al cielo y observar las estrellas ha captado la atención de las personas. Si esa perfección que se observa en el cielo, conocida como universo, le confieres el poder de hablar, resulta que las estrellas y los astros del firmamento, nos proporcionan una poderosa y valiosa información. Como sucede con una gran mayoría de cosas, esto más que una evidencia científica, es una cuestión de fe. Te lo crees o no te lo crees. Algunos leen el horóscopo a diario y siguen a conciencia lo que los astros dicen. Otros lo leen y sonríen ante la sola idea de concederle el más mínimo crédito.

Poco importa en realidad si se tiene mayor o menor fe en estas cuestiones. Mirar al cielo y ver como se conforma el universo, resulta igual de impresionante para todos. Basta con alzar la vista en una noche limpia, despejada y cargada de estrellas, para comprender que hay algo que va más allá de la persona. Ese algo, se nos escapa. Algunos hacen un acto de fe; otros, viven en la tranquilidad que promete la ignorancia.

A fin de cuentas, todos pertenecemos a un signo del zodiaco y en alguna ocasión, hemos pecado de creer en los astros y lo que el zodiaco, dice de nuestra personalidad. Es fácil acertar alguna vez. Somos tantos… Sin embargo, existe algo relacionado con los astros y el zodiaco de lo que todos hemos oído hablar y seguramente, a más de uno, le llame la atención aunque no haya profundizado en ello: la carta astral. Tras entrar en El árbol de la vida, una tienda online amiga de lo mágico y lo astrológico, hemos topado con este servicio que ellos mismos ofrecen, realizar la carta astral. Con la curiosidad aletargada durante años en este aspecto, nos hemos propuesto indagar en la cuestión y compartir la información al respecto.

Escrito en las estrellas

La astrología fascina. Ya lo hemos dicho. Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha hecho uso de los astros para medir el tiempo, comprender los acontecimientos que se producían en el mundo y lanzar predicciones en base a la posición de los astros en el firmamento. Aunque ahora este en desuso, al menos de esa manera, buscar el conocimiento en las estrellas, era algo más que habitual para nuestros ancestros.

En medio de todo esto, encontramos la carta astral. Todavía no sabemos muy bien cuál es su cometido ni en que consiste, pero vamos a averiguarlo. Parece ser que esta misiva del firmamento, como sucede con los signos del zodiaco (más cercanos para todos), se utiliza como método predictivo de los rasgos de personalidad que posee una persona. Se trata de una representación simbólica de la posición que tenían los astros en el momento exacto del nacimiento. Es decir, el año, el mes, el día, la hora y el lugar.

Mediante este documento, se puede profundizar en el autoconocimiento: la personalidad, el comportamiento, los rasgos psicológicos, etc. Permite, al mismo tiempo, descubrir las áreas concretas de interés de una persona, en base a sus debilidades y fortalezas. Su cálculo, pese a lo que pueda parecer, es bastante sencillo. Sobre todo, si tenemos en cuenta la infinidad de páginas que facilitan su creación. Aunque es posible realizar el mismo cálculo sin la necesidad de recurrir a ellas, por lo visto, elaborar una carta astral desde cero, reviste una complejidad solo acta para expertos.

En cualquier caso, hay que reunir los datos necesarios y dejar que una página o profesional eche el resto para, posteriormente, buscar la interpretación del resultado. Como buena carta, la astral debe contar con unos puntos considerados como los más importantes: la posición del Sol, la Luna y el Ascendente. Para una lectura más profunda y una mayor comprensión, puede comprobarse la posición del resto de los planetas en aquel momento y aquel lugar. Aunque no es verdaderamente necesario.

A continuación dejamos algunos puntos sobre cómo se puede conocer la carta astral de una persona:

  • Primero de todo, calcular la carta astral con la ayuda de páginas especializadas o un profesional de la materia. Importantísima la exactitud de los datos, cuanto mayor precisión, más certero será el resultado. Una mínima variación, puede suponer grandes diferencias.
  • Lo siguiente que se debe hacer es buscar el signo solar que se corresponde con el signo del zodiaco. Se trata del lugar que ocupaba el sol en el preciso momento de tu alumbramiento. Este signo, identifica lo que más representa a la persona: el yo, la personalidad, la identidad y el ego.
  • En tercera posición, hay que encontrar la luna que corresponda. Este signo es bastante importante dentro de la carta astral, puesto que representa las emociones, como se es realmente y la forma de expresarse de uno. Al regirse por cáncer, uno de los signos más emocionales, hace que las fases lunares afecten en mayor medida a otros signos de agua.
  • Por último, comprobar el ascendente que, en ocasiones, puede llegar a ser más importante que el signo solar. Representa la manera en la que te ven los demás. La percepción que otros tienen de uno mismo.

Estos son los aspectos que hay que contemplar a la hora de realizar la carta astral para obtener toda la información que nos puede proporcionar.

Una carta con doce casas

Además de los aspectos reseñados, hay que contemplar otro punto para completar la carta astral. Este punto en concreto, reviste mayor complejidad y se conoce como casas. Cada una de estas casas, representa un área concreta de la vida. La primera de ellas, se asocia con el ascendente de la carta astral.

Veamos a continuación, cuales son las casas y lo que representa cada una de ellas:

  • Casa I: la forma de ser, lo que te representa y como te ve la gente.
  • Casa II: se relaciona con las finanzas y ayuda a descubrir de donde procederán los ingresos.
  • Casa III: la forma de pensar, la de relacionarse con las personas cercanas como familiares, amigos o vecinos.
  • Casa IV: las relaciones familiares, la infancia, orígenes y tradiciones.
  • Casa V: esta casa se asocia a la creatividad, la diversión y el placer, así como a la vida amorosa de cada uno.
  • Casa VI: representa la rutina, el trabajo y la salud.
  • Casa VII: la séptima casa, habla sobre aspectos como las relaciones sentimentales, la forma de querer y a la persona que quieres para una relación.
  • Casa VIII: la que define como se evoluciona a lo largo de la vida, permite planificar el futuro.
  • Casa IX: conocimiento, filosofía de vida y aventura son los elementos que aporta esta casa.
  • Casa X: hace alusión a la percepción que uno quiere que los demás tengan sobre sí mismo. Es decir, la imagen pública.
  • Casa XI: la casa de la amistad que representa las relaciones que se establecen con las personas cercanas. De gran utilidad para determinar el tipo de personas que conviene tener cerca.
  • Casa XII: la casa de los sueños y el futuro.

Además, hay que tener el significado y lo que representa cada planeta y el horóscopo para completar toda la carta. Si tenemos en cuenta todos estos aspectos y la información que se puede obtener de una carta astral, es posible que entendamos porque leer el horóscopo no nos hace sentir plenamente identificados con el mismo. Esto sucede porque hay que tener en cuenta todos estos aspectos: la posición de los planetas y signos que componen la carta astral. De esta manera es posible determinar lo que marca nuestra personalidad por completo. Del mismo modo que el conocimiento preciso de las doce casas, permite conocer la forma en la que la persona actuará en determinados y diferentes ámbitos de su vida. Si olvidar que las vivencias personales, como es lógico, también influyen.

En resumen, las claves para leer y analizar la carta astral, pueden ser las siguientes:

  • Asegurarse de la hora exacta del nacimiento.
  • Hacerse una primera idea del conjunto.
  • Analizar el ascendente y la disposición de las casas para poder empezar a leer los astros.
  • Explora cada uno de los planetas y reparar en los signos presentes.
  • Desgranar las interacciones planetarias y comprobar si forma alguna figura geométrica en particular.
  • Tener presente que las interpretaciones de cada posición trascienden más allá de lo que se puede condensar en algo introductorio a la lectura de la carta astral.
  • Una misma interacción puede influir de maneras muy distintas aunque cuenten con cierta coherencia. No hay que dar nada por hecho.
  • Evidentemente, hay que estar abierto a la intuición y dejar que fluyan los pensamientos que deben tenerse como verdaderos.
  • Combinar el análisis con la síntesis, puesto que se trata de algo más espiritual que terrenal.
  • Practicar con el mapa propio o de otras personas hasta que sepas leer de forma correcta, interpretar y comprender los datos con facilidad.

De todo lo mencionado en este artículo, lo que nos queda más que claro, es que la carta astral es un documento complejo que hay que saber interpretar y comprender, aunque requiere de un mínimo acto de fe para creer en lo que dicen los astros.

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