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Tarrito de perfume natural

Olores que curan

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Desde los inicios de la humanidad, se ha sabido que ciertas plantas y flores pueden tener un impacto positivo en la salud. A lo largo de la historia, hemos encontrado formas de aprovecharlas en nuestras vidas: las cocinamos, hacemos tés con ellas, creamos pomadas e, incluso, elaboramos perfumes con sus esencias. ¿Por qué no usar los aromas para mejorar nuestra salud y bienestar también? El poder de los olores va mucho más allá del simple placer, ya que pueden impactar en nuestro estado físico y mental de maneras que apenas comenzamos a comprender.

 

Los olores pueden sanar

La idea de que los aromas pueden influir en nuestra salud tiene raíces desde el principio de los tiempos. En la antigua China, la India y Egipto, los usaban. También en Grecia y Roma, se usaron diferentes hierbas y flores en forma de sahumerios y perfumes en rituales sagrados y curativos. Los griegos, por ejemplo, creían que ciertos olores podían equilibrar el cuerpo y la mente. Los egipcios, por su parte, mezclaban aceites esenciales para tratar dolencias y enfermedades.

Hoy en día, esta idea de que los aromas pueden tener un efecto terapéutico está respaldada por algunos estudios. Uno de los más interesantes es el estudio publicado en Chemical Senses que demuestra que ciertos olores pueden activar centros del cerebro asociados con el estado emocional y el bienestar general. Estos hallazgos apoyan la noción de que el uso de ciertas fragancias podría ayudar a reducir el estrés, mejorar la concentración y, en algunos casos, contribuir al alivio de ciertos dolores.

 

Si los olores sanan, ¿también pueden matar?

No podemos ignorar que algunos olores nos causan un terrible mal estar. Y, aunque se suele pensar que el mal olor solo es molesto, en realidad, algunos pueden ser perjudiciales para la salud. Esto se debe a que ciertos olores son generados por sustancias químicas tóxicas en el ambiente. Por ejemplo, el olor a gas metano o al amoníaco puede ser señal de gases que en concentraciones altas resultan peligrosos y, en el peor de los casos, pueden causar intoxicación.

Además, el olor a moho o humedad en interiores puede implicar la presencia de microorganismos que afectan el sistema respiratorio, empeoran las condiciones de salud como el asma y aumentan el riesgo de infecciones. En contextos de falta de higiene, el mal olor suele venir acompañado de bacterias que también pueden ser peligrosas para la salud.

Multitud de estudios han demostrado que vivir expuesto a malos olores, especialmente en espacios cerrados, incrementa la producción de hormonas del estrés, lo que conlleva a problemas a largo plazo como aumento de la presión arterial, debilidad del sistema inmunológico y problemas de sueño.

 

¿Qué es el olor científicamente hablando?

Para entender cómo nos afectan los olores, es importante comprender lo que son realmente. Científicamente, el olor que llega a nuestro olfato son moléculas volátiles suspendidas en el aire, las cuales pueden ser percibidas por nuestra nariz. Estas partículas viajan a través de las cavidades nasales y activan células nerviosas que envían señales a nuestro cerebro, especialmente a la amígdala y el hipocampo, que son áreas relacionadas con la memoria y las emociones.

Cuando los olores entran en nuestro sistema respiratorio, estas partículas también tienen la capacidad de impactar nuestras funciones biológicas. Por ejemplo, un olor que nos relaje puede ayudar a reducir la presión arterial, mientras que uno desagradable o de alerta puede activar el sistema de respuesta al estrés. Así, los olores tienen un efecto físico que va más allá de una simple reacción momentánea, ya que pueden influir en nuestra salud general dependiendo de su naturaleza y de cómo nos afecta emocionalmente.

 

Olores que pueden sanar

¿Es tan solo una creencia? Pues no, ya que, a lo largo de los años, se han identificado ciertos aromas con propiedades sanadoras o terapéuticas, y los más estudiados incluyen:

-Lavanda: Esta fragancia es conocida por sus efectos calmantes. Los estudios han demostrado que la lavanda ayuda a reducir la ansiedad y el estrés. También se ha encontrado que mejora la calidad del sueño, especialmente en personas con problemas de insomnio.

-Eucalipto: Además de ser un descongestionante natural, el eucalipto es ideal para aliviar problemas respiratorios, ya que tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que benefician el sistema respiratorio.

-Menta: Su aroma estimulante puede mejorar la concentración y reducir la fatiga mental. Además, es eficaz para aliviar dolores de cabeza y mareos.

-Manzanilla: Similar a la lavanda, la manzanilla tiene propiedades relajantes que ayudan a calmar el sistema nervioso. Su aroma se utiliza en aromaterapia para promover un estado de tranquilidad y aliviar la tensión muscular.

-Limón: Este aroma fresco y cítrico es perfecto para mejorar el ánimo y revitalizar la mente. También se ha comprobado que el limón tiene propiedades antisépticas, lo cual es útil para purificar el ambiente.

Estos aromas no solo mejoran el estado de ánimo, sino que tienen efectos comprobados en la salud, promoviendo un bienestar integral.

 

En busca del aroma perfecto

Desde siempre, los perfumistas han buscado crear el aroma perfecto, ese que no solo atrae, sino que también ofrece una experiencia positiva a nivel físico y mental. Laboratorios Syrch, expertos en la creación de perfumes para terceros, señalan que hoy en día las fragancias con propiedades terapéuticas están en auge.

Entre los aromas naturales más exitosos se encuentran los cítricos, como el limón, la naranja, la bergamota y el pomelo. Estos olores son conocidos por sus efectos revitalizantes y estimulantes, ideales para aquellos momentos en los que necesitas un impulso de energía y motivación. Los cítricos, además, están científicamente comprobados para influir en el sistema nervioso, activando receptores que mejoran el estado de alerta y la concentración. Aromas como el de la bergamota, que equilibra un toque amargo y dulce, son populares para reducir los síntomas de ansiedad leve y mejorar el ánimo.

Por otro lado, las fragancias a base de especias como la canela y el clavo han ganado terreno por sus propiedades cálidas y envolventes. La canela, utilizada habitualmente en culturas orientales y occidentales, tiene una fragancia dulce y picante que se asocia a una atmósfera de tranquilidad y relajación. Estos aromas de especias son perfectos para ambientes acogedores y pueden ayudar a calmar la mente, ya que promueven una respuesta de calma al cuerpo.

La vainilla, otro aroma extremadamente popular, es conocida por su capacidad para mejorar el ánimo y facilitar la relajación. El aroma de la vainilla se ha asociado con recuerdos agradables, ya que su dulce fragancia crea una sensación de seguridad y confort. La vainilla, además, es muy efectiva para reducir el nerviosismo y ayudar en la conciliación del sueño, por lo que se utiliza en aromaterapia antes de acostarse o en momentos de descanso.

 

Evita los contenidos tóxicos en los perfumes

No todos los perfumes son saludables, y para beneficiarse realmente de los efectos positivos de un aroma, es importante conocer los componentes a evitar. A menudo, las fragancias comerciales están diseñadas para tener una fijación más duradera y para proyectarse de forma más intensa, pero esto se logra mediante ingredientes sintéticos que, aunque atractivos en el momento, pueden ser perjudiciales para la salud a largo plazo.

Entre los componentes más preocupantes encontramos los ftalatos, que son plastificantes utilizados para que el perfume se adhiera mejor a la piel y el olor se mantenga más tiempo. Sin embargo, estudios han asociado su uso frecuente con alteraciones hormonales y problemas reproductivos, ya que estos químicos pueden actuar como disruptores endocrinos, afectando el sistema hormonal de forma negativa.

El almizcle sintético, otro ingrediente muy utilizado, está en la lista de sustancias tóxicas a evitar. Aunque reproduce el aroma del almizcle natural, se acumula en el cuerpo al ser difícil de metabolizar, lo que lo convierte en un potencial tóxico. Su acumulación en tejidos puede ocasionar efectos adversos y reacciones en el sistema inmunológico a largo plazo.

Además, es común encontrar compuestos orgánicos volátiles (COV) en las formulaciones de perfumes sintéticos. Los COV son químicos que pueden liberar toxinas al aire, lo que genera un riesgo para la salud respiratoria. La exposición prolongada a estos compuestos puede causar irritación en los ojos y la garganta, problemas de alergia y hasta efectos adversos en los pulmones y el sistema respiratorio.

Para evitar estos efectos negativos, una alternativa es optar por perfumes elaborados con aceites esenciales y fragancias naturales. Este tipo de perfumes utilizan ingredientes botánicos y naturales que no solo son menos perjudiciales para la salud, sino que también ofrecen beneficios terapéuticos. Además de reducir la exposición a toxinas, los perfumes naturales pueden proporcionar una experiencia aromática más suave y armoniosa, ayudando a equilibrar tanto el cuerpo como la mente sin poner en riesgo la salud a largo plazo.

 

Atrévete a crear el tuyo

Como hemos visto, los olores son una herramienta poderosa, con un impacto que puede ser tan beneficioso como perjudicial. Debes elegir fragancias naturales y evitar químicos tóxicos, para que puedas transformar algo tan cotidiano como un aroma en un verdadero aliado para tu salud. No solo busques oler bien, busca sentirte bien.

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