Organizar y dirigir una fuerza que esté compuesta por varios miles de personas no es nada fácil. Lo saben todas aquellas personas que dirigen grandes multinacionales y que deben tener bien clara cuál va a ser la estructura de su empresa, sus defectos, sus ventajas y sobre todo sus necesidades. Si no es así, habrá un montón de problemas como la desorganización, la falta de los recursos necesarios para cumplir con el cometido de la organización y, en general, la ineficiencia en los procesos. Estos males son los peores que nos podemos echar a la espalda en el ejercicio habitual de nuestro trabajo.
Imaginaos lo que debe ser dirigir un ejército, que es precisamente el asunto del que os queremos hablar a lo largo de todos estos párrafos. Son muchos miles de personas las que están organizadas en él, que cumplen funciones diferentes, que no se encuentran ubicadas siempre en la misma posición y que cumplen con el cometido más importante que tiene un país, que es el de otorgar seguridad a su población y ayudar en todo lo posible en esas misiones humanitarias que siempre han hecho falta más allá de nuestras fronteras y también, en algunos casos, dentro de ellas.
Una organización como la del Ejército implica muchísimas necesidades. Al estar hablando de uno de los organismos de más importancia dentro del Estado, es necesario que esas necesidades se vean satisfechas a la mayor brevedad posible y con el mayor grado de eficacia. Y es que, si no es así, tenemos un problema grave que no es fácil de resolver: nuestra Defensa estará expuesta. En un mundo como en el que nos encontramos, tan loco y variable, lo mejor es tener siempre preparado al Ejército por lo que pueda ocurrir. De lo contrario, nos podemos arrepentir.
En la página web de CEAC vienen reflejadas algunas de las acciones que tiene que desempeñar el Ejército de nuestro país. Asegurar la independencia y la soberanía de nuestro territorio es la misión principal, pero la ayuda humanitaria, tal y como hemos comentado, también es un eje importante de actividad. Después, ya sabéis que cada grupo específico que se encuadra dentro del Ejército tiene unas funciones especiales, que os vamos a definir en términos genéricos a continuación:
- El Ejército de Tierra, además de cumplir con todas las obligaciones que van asociadas a una determinada guerra o batalla, también tiene la obligación de asegurar las telecomunicaciones.
- La Armada debe garantizar la protección de todos y cada uno de nuestros mares y detectar cualquier tipo de amenaza (a través del sónar) que pueda recibir nuestro país.
- El Ejército del Aire, además de las misiones propias de una batalla o conflicto bélico, tiene una labor muy importante cuando se detectan incendios o catástrofes naturales.
- No podemos olvidarnos de que dentro del Ejército también se sitúan cuerpos como la Guardia Real o la Unidad Militar de Emergencias, siempre claves para mantener la protección de los monarcas (en el caso de los primeros) y el de ayudar en situaciones de catástrofe (en lo que tiene que ver con los segundos).
Habréis podido comprobar que buena parte de las funciones del Ejército son de gran interés para el conjunto de la ciudadanía española. No es necesario que exista un conflicto bélico para que tengamos que mantener bien preparado y equipado al conjunto de nuestros militares, que nos pueden ofrecer un servicio que nadie más podría desempeñar y que siempre debe mantenerse bajo la directa dirección de los poderes públicos.
Una noticia publicada en el diario La Razón establecía el número de nuestros militares en 139.000, de los cuales 125.000 se encuentran en activo y el resto en la reserva. Con esta gran cantidad de gente, os podréis imaginar que la organización o la logística juegan un papel fundamental en el cumplimiento de los objetivos de cada cuerpo. Resulta muy complicado cubrir las necesidades de cada una de esas personas en el ejercicio de su trabajo, pero es una obligación darles todo lo que necesiten en tiempo y forma porque, si no, como ya hemos dicho, estamos exponiendo ya no solo nuestra ciudadanía, sino también a la democracia de la que tan orgullosamente presumimos desde la década de los 70.
La misma noticia también compara los efectivos con los que disponen otros países de Europa, Marruecos e Israel. En el caso europeo, Francia o el Reino Unido se mantienen en torno a los 200.000 militares, mientras que en el caso de los marroquíes se alcanza justo esa cantidad con la diferencia con respecto a franceses y británicos de que dispone de casi la mitad de su población. Israel, por las causas que tristemente todos y todas conocemos desde hace bastantes años, dispone de un ejército de 173.000 militares contando apenas con nueve millones de habitantes.
Lógicamente, con todas las personas que componen un Ejército, se necesita cierta operatividad en procesos como los de la higiene o la limpieza de uniformes, ropa de cama y demás productos textiles que sean de uso habitual entre los militares. Nos cuentan desde Lavatur que el Ejército en España ha hecho una importante labor en ese sentido para garantizar la rapidez en estos procesos y la eficacia de los mismos. Y es que, sin esa rapidez, no podrían desempeñar su tan relevante labor ni podrían hacerlo en las condiciones que se requieren para ello.
La higiene, una pieza básica en el día a día de un militar
La higiene es la pieza angular de cualquier persona. Es necesario tenerla a lo largo de nuestro día a día, en casa, en el puesto de trabajo, en el transporte público… Nunca sobra que tomemos todas las precauciones y seamos lo más escrupulosos posibles con este tema. En caso de que no sea así, nos exponemos a varios riesgos y a padecer múltiples enfermedades. La higiene es un valor fundamental en la vida de las personas y sin ellas está cantado que nuestra calidad de vida se desmorona por completo.
Imaginaos entonces lo importante que tiene que ser la higiene para una persona que trabaje dentro del Ejército y que se encuentra rodeada de una gran cantidad de compañeros. Estamos hablando de una organización en la que es habitual que muchas personas duerman dentro de un mismo barracón, que coman juntas y que entrenen juntas. Ni que decir tiene que se deben extremar todas las precauciones en materia de higiene para que no se produzcan enfermedades contagiosas que puedan derivar en bajas múltiples en el seno de las fuerzas armadas. Esto trastocaría cualquier proyecto o actividad que estuviera desarrollando o intentar a llevar a cabo el Ejército. Por eso se debe tener especial cuidado con el lavado de la ropa.
Durante la pandemia se vivieron momentos de tensión en el seno del Ejército puesto que, a causa de la naturaleza de su actividad, el número de contagios era importante y todas aquellas personas que estuvieran dedicadas a este asunto corrían el peligro de contraer el coronavirus y contagiárselo posteriormente a algún miembro de su familia. La higiene ya era considerada como un valor muy importante dentro de esta organización y eso fue lo que evitó que muchos militares contrajeran el virus y se vieran obligados a aparcar su actividad por unos días, provocando de esta manera los consiguientes problemas para la institución.
En términos sociales, valores como la limpieza y la higiene vienen siendo mucho más importantes desde la pandemia porque han demostrado ser fiables en la erradicación o la prevención de enfermedades. En el seno del Ejército de nuestro país, podemos decir que todavía se han tomado más medidas de las que ya existían para favorecer esta higiene y proteger con ello de cualquier tipo de problema a todos y cada uno de los militares que forman parte de nuestras Fuerzas Armadas.
Por suerte, también se ha empezado a cuidar mucho más qué aspectos como la limpieza o la higiene en otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. El Ejército no ha sido el único que ha salido ganando en este sentido y esa es una muy buena noticia porque, de este modo, se garantiza de una manera mucho más grande que puedan cumplir con el conjunto de actividades por las cuales se les paga a los militares y por las cuales se le atribuye una parte del Presupuesto General del Estado al Ejército.
Mantener una institución tan importante como de la que hemos venido hablando y conseguir que su trabajo sea eficaz es algo de lo que nos vamos a beneficiar todos los españoles y españolas. Así que debemos estar alegres y orgullosos de que el funcionamiento de nuestro Ejército haya sido tan fiable en materia de salubridad y limpieza. Confiamos con los ojos cerrados en que va a seguir siendo así y que todo lo que tenga que ver con la higiene va a seguir ocupando un lugar central dentro de la vida diaria en los cuarteles. Esa es una gran noticia.